• Una mas pasiva e introspectiva que usa la respiración, una vela, una imagen, un mantra… como anclaje, como el Mindfulness, la meditación zen, budista, entre tantas.
  Apunta a que el hemisferio izquierdo, que es el que piensa, racionaliza y se relaciona con la palabra se entretenga en ese elemento focal, y entonces se pueda expandir el hemisferios derecho que nos abre a la conectividad. Y así los hemisferios funcionan sincrónicamente permitiéndonos ir a la profundidad que nos hace más receptivos, creativos y nos abre a la experiencia de totalidad y conectividad, abriéndonos a mayor confianza, salud y bienestar.
• Otra forma de meditación se asocia a la visualización creativa, podría ser la meditación activa, el control mental entre otros. Permite diseñar una nueva visión, habilita la posibilidad de soñarme o verme cumpliendo objetivos, y así permite crear una buena vida para mi y mi comunidad. Nos permite una estrategia para llevar a la acción ese sueño.

Hoy es importante combinar ambos tipos de meditación que ayudan a empoderar para no quedar tomados por la realidad impuesta desde el miedo. Así tendremos el poder para crear lo que queremos vivir nosotros y nuestras comunidades desde mayores niveles de amor.

Este es un proceso más amplio que el de uno mismo, es el de nuestra comunidad, país, mundo… Es tiempo de cambio. ¿Cómo voy a hacer que este cambio sea lo más beneficioso para mi y mi planeta? ¿Cómo voy a acompañar este cambio en vez de resistirlo?