Meditación y neurociencias

Las nuevas tecnologías aplicadas a la investigación en neurociencias permiten entender qué pasa en el cerebro de un meditador y potenciar sus beneficios.

Nuestro cerebro funciona como una especie de tablero en el que, cuando se encienden ciertos botones se desactivan otros, permitiendo así un delicado equilibrio y un proceso de autorregulación que hace posible la vida. De no lograr la autorregulación, el cuerpo viviría un proceso de estrés crónico, cosa que podría generar inflamación en el sistema, predisponiendo a la activación de genes que pueden desarrollar enfermedades como artritis, fibromialgia, hipertensión cardiopatías, cáncer, trastornos de ansiedad, entre otras.

La práctica de Meditación permite que se active el sistema parasimpático del cerebro, y desactiva el simpático; de esta forma el cuerpo y la mente entren en profundos estados de relajación, desactivando la respuesta al estrés, resultando un maravilloso recurso para la creación de salud.

Sin dudas la meditación es un recurso muy valioso que le brinda al ser humano la posibilidad de alcanzar niveles de desarrollo muy elevados. La práctica es muy sencilla y en los últimos años se la ha integrado como un complemento en las psicoterapias de cuarta generación por su efectividad en el tratamiento de trastornos de ansiedad, la prevención de enfermedades y la oportunidad que le brinda a las personas de experimentar estados de felicidad y bienestar general.

 

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