La atención plena o Mindfulness es una práctica que consiste en prestar atención al momento presente, de forma deliberada sin juzgar. El constante flujo de pensamientos no permite que la mente se silencie y descanse. La práctica meditativa enseña a salir de ese flujo incesante de pensamientos y desarrollar la habilidad de habitar el momento presente, al mismo tiempo de reconocer la presencia de un observador que no se identifica con lo que va ocurriendo mientras está ocurriendo.
En los últimos años, esta forma de meditación se ha difundido como una valiosa herramienta para la reducción de estrés, la ansiedad y el dolor, además de la prevención de la enfermedad o su abordaje.
Beneficios
- En el presente, la mente ya no se anticipa tanto ni se va al pasado.
- Aprendemos a aceptar las situaciones y no nos dejamos arrastrar por ellas, con lo que la actitud cambia, ya no nos sentimos desbordados.
- El cuerpo segrega hormonas relacionada con la calma y la relajación.
- Se desarrolla la parte prefrontal del cerebro que tiene que ver con responder en lugar de reaccionar.
- Aprendemos a focalizarla atención en una sola cosa a la vez.
- La mente se serena.
- El cerebro genera más ondas alfa, theta y delta.
La mente tiende a irse hacia el pasado o hacia el futuro cayendo en una especie de ensueño y funcionando en piloto automático desconectándonos de lo que estamos haciendo. Para llevar la atención plena debemos acostumbrar a nuestra mente a dirigirse una y otra vez al momento presente. Para facilitar este proceso resulta muy útil utilizar la respiración como soporte en que centrarse, a modo de ancla, ya que ésta conecta fácilmente al cuerpo con la mente. Al llevar la atención a la respiración y sentir cómo el aire entra y sale del cuerpo, naturalmente se va cultivando la habilidad de habitar el momento presente. Al mismo tiempo vamos desarrollando la habilidad de ser testigos de cualquier cosa que emerja en el cuerpo o en la mente, observando sin juzgarlo o intentar cambiarlo.
Esta práctica, aunque es muy sencilla requiere de una gran disciplina porque constantemente actúan fuerzas en contra de la posibilidad de estar plenamente presentes. La inconsciencia y el automatismo son persistentes.
¿Cuánto tiempo se necesita para meditar?
Se recomienda meditar todos los días, entre 20 y 30 minutos, simplente para crear el hábito de la meditación. En la medida en la que lo instalamos como hábito, cada vez va a resultar más fácil llevar adelante la práctica.
¿Cuál es la mejor postura?
No hay una postura ideal para hacerlo, pero la forma más habitual es realizarlo sentado con la espalda lo más recta posible sin tensionarla.
¿Cuál es la mejor forma de meditación?
Hay muchas formas de meditación, pero todas ellas tienen en común la relación con el momento presente, soltando todo juicio. El anclaje puede ser distinto, para algunos será la respiración, para otros un mantra o una palabra, las sensaciones del cuerpo, un sonido o la luz de una vela, etc.