La falta de sueño o el sueño interrumpido podría promover la inflamación en el cuerpo y predisponer a muchas enfermedades.
Cada vez más, los científicos están demostrando la relación entre el sueño, la función inmunológica y un estado de salud óptimo. En un estudio reciente publicado por la revista Sleep, se pudo observar cómo la falta de sueño puede afectar al sistema inmune tanto como a la salud.
Los investigadores midieron la cantidad de glóbulos blancos en 15 personas que permanecieron despiertas durante 29 horas y pudieron detectar que el número de los
glóbulos blancos que son las células del sistema inmune, aumentaba significativamente. Esta misma respuesta se da cuando una persona está estresada o enferma. El sistema inmune se activa para responder a alguna amenaza, ya sea un agente infeccioso o una situación que la persona perciba como amenazante para su integridad.
Es importante recordar que nuestro cuerpo tiene poderosos mecanismos naturales de autorregulación. El estilo de vida que llevamos es fundamental para esto. La alimentación, el ejercicio físico, y dormir bien son críticos en este sentido.
¿Por qué el sueño es tan importante?
El sueño ha sido uno de los factores menos atendidos y con gran incidencia en el
estado inflamatorio porque como vimos anteriormente, ya está comprobado que
aumenta la producción de glóbulos blancos, responsables de la inflamación. Pero hay
otro factor importante a tomar en cuenta y es que la falta de sueño afecta al ritmo circadiano, el ritmo de la actividad biológica a nivel celular, produciendo daño a nivel
celular por aumento de actividad oxidativa.
La falta de sueño o el sueño interrumpido podría promover la inflamación, por lo tanto, predisponer a muchas enfermedades cardíacas, cáncer, daños cerebrales, fallas en la memoria, úlceras estomacales, enfermedades autoinmunes, envejecimiento prematuro, etc.
Recomendaciones para recuperar los patrones de sueño óptimos:
1- Apagar las pantallas por lo menos 1 hora antes de irse a dormir: ellas emiten luz azul que es casi idéntica a la luz del día y que desactiva la producción de melatonina, que es la hormona inductora del sueño.
2- Dormir en un lugar completamente oscuro porque la más mínima luz bloquea la producción de melatonina.
3- Mantener la habitación fresca: cualquier extremo podría generar inquietud y alterar el sueño.
4- Tomar un baño caliente y relajante antes de ir a dormir.
5- Desenchufar todos los aparatos eléctricos que son fuente de campos electromagnéticos (EMFs). Éstos campos alteran el buen funcionamiento de la glándula pineal que segrega melatonina y serotonina, hormonas responsables del sueño y el estado de vigilia.
6- Crear un lugar libre de ruidos para evitar las interrupciones del sueño.
Dormir bien es uno de los factores más importantes a tener en cuenta para lograr un
buen estado de salud. Si podemos cuidar nuestro sueño, podemos ser muy proactivos y
responsables a la hora de promover un estado de salud y bienestar óptimos.