Abrazos
Todos sabemos lo bien que nos sentimos cuando abrazamos o somos abrazados amorosamente por otro. Esa sensación de paz, de contención, de presencia, de sentirnos verdaderamente amados y aceptados. Todo parece detenerse en ese instante y volverse eterno.
Todos extrañamos esos abrazos en estos tiempos de “pandemia” en el que el “distanciamiento social” se volvió una de las recomendaciones más importantes para evitar la propagación del mal.
Sin detenernos ahora en otras cuestiones de orden fisiológico, psicológico, filosófico o incluso político. Me gustaría proponerles que exploremos otras formas de abrazo:
- El abrazo con la mirada
- El abrazo suave con las palabras
- Abrirnos a escuchar atentamente al otro
- Disponernos a sentir con el otro
- Crear un espacio de confianza
- Buscar el encuentro en el sentido más profundo
- Estar disponibles para el otro
- Ayudar al otro en su crecimiento
- Consolar al otro frente al dolor
- Desearle lo mejor en la vida
- Celebrar sus logros y aprendizajes
- Abrazarnos a nosotros mismos cómo nos gustaría ser abrazados
Tal vez esta limitación tan sólo temporal y física, nos sirva como una gran oportunidad para descubrir de cuántas otras formas podemos abrazar y sentirnos abrazados.