Una nueva mirada en educación

Pensando en la crisis educativa que atraviesa nuestro país y en la reciente masiva manifestación de docentes me puse pensar y a tratar de entender de qué se trata esta crisis y cuáles son las oportunidades que se nos presentan y que mucha veces pasan desapercibidas.

Ante todo, como sociedad deberíamos poder pensar realmente qué queremos para nuestro país, para luego poder llevar adelante nuestra visión con la mayor coherencia posible. Preguntarnos para qué la educación?; ¿queremos un pueblo sumiso, analfabeto y fácilmente manipulable?, ¿preferimos un país competitivo y superproductivo pero con altos niveles de depresión, trastornos de ansiedad y enfermedades varias o apostamos a un país próspero con individuos altamente calificados exitosos y felices?. Alguna vez los gobiernos realmente se han preocupado por la felicidad de sus habitantes. Acaso hemos creado esa posibilidad en nuestras vida individual y colectiva?

Ya conocemos muchos países que se alinean con la primera opción, otros han logrado ser muy prósperos pero con un costo muy alto para la salud de la población. Sin embargo se de uno que se está animando a intentar otras opciones y está permitiendo romper alguno de los paradigmas que parecían incuestionables.

 

Encontré que Finlandia ocupa el primer puesto en educación primaria y educación superior . Esto es consecuencia del gran interés que este país ha puesto en la educación proporcionando a las personas la habilidad para adaptarse muy rápidamente a un entorno cambiante y sentando las bases para obtener altos niveles en tecnología e innovación.

Las claves fundamentales para que Finlandia ocupe un primer puesto en educación son:

-Cada colegio tiene autonomía para crear sus programas según las necesidades y características de la población.
-La educación es gratuita e igual para todos.
-Todos los materiales y los alimentos son gratuitos.
-Especial cuidado en la integración de la familia, la escuela, y los recursos socioculturales.
-Hay sentido de responsabilidad, disciplina y esfuerzo.
-Finlandia invierte un 6.8% del PBI en educación.
-La estabilidad del sistema educativo está asegurada aunque cambien los gobiernos.
-Los docentes son muy valorados y gozan de gran prestigio.
-Los niños comienzan la escolarización a los 7 años, a esta edad ya están maduros intelectualmente para
asimilar y comprender.
-Durante los 6 primeros años de primaria tienen el mismo maestro, que cuida que todos los niños sean incluidos y atiende a las necesidades de cada uno a quien conoce muy bien.
-Se le da mucha importancia a la estabilidad emocional y seguridad básica.
-La atención es personal y dedicada a cada chico.
-Hay menos horas lectivas. Se entiende que si los niños están cansados no pueden aprender.
-No hay deberes. Así los niños tienen tiempo para jugar, desarrollar habilidades sociales, investigar de acuerdo a su interés y experimentar.
-Se prioriza la creatividad en lugar de la memorización.
-Es más importante aprender a pensar.
-Se fomenta la participación trabajando en grupo.
-Se cuida que el ambiente sea relajado y tolerante.
-El profesor tiene el desafío de renovarse y tener la atención de los niños.

Tal vez esta crisis nos brinde la oportunidad de plantearnos con honestidad qué país queremos y a partir de ello podamos definir políticas innovadoras en materia de educación que realmente nos conduzcan hacia dónde deseamos llegar como sociedad. Como diría Harry Skog, secretario de educación de Finlandia en el 2006 «La educación es la llave para el desarrollo de un país»