Ya podemos empezar a comprender lo que ocurre en el cerebro cuando meditamos y los beneficios que trae en la creación de salud.
Investigadores de la Universidad de California de los Ángeles observaron que, en los cerebros de los meditadores, todas las regiones asociadas a la regulación de las emociones estaban agrandadas, y mostraban estabilidad emocional, serenidad, positivismo y baja reactividad. Y en personas que meditaban regularmente desde hace años, un engrosamiento de la corteza cerebral, favoreciendo la comunicación entre células del sistema nervioso y su regeneración.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard en el hospital general de Massachusetts determinó que: la meditación reconstruye la materia gris del cerebro en sólo ocho semanas. Trae beneficios psicológicos y cognitivos que perduran todo el día. Un marcado aumento en la densidad de la materia gris del hipocampo, importante en el proceso de aprendizaje, la memoria y otras áreas asociadas a la autoconciencia, la compasión y la introspección. Reducción de la amígdala, zona asociada con el miedo, la emoción y la iniciación de la respuesta al estrés, que aumenta la sensación de bienestar y la calidad de vida. La reactividad se ve reducida dando más espacio a la reflexión y la posibilidad de encontrar respuestas más asertivas.
Joe Dispenza, el autor de «Desarrolle su cerebro”, menciona otros aspectos que se activan cuando el lóbulo frontal está encendido:
-Conciencia intencional y atención a largo plazo
-Contemplación de las posibilidades y de acción de acuerdo con ellas
-Poder de decisión y Claridad
-Alegría
-Adaptabilidad
-Capacidad para aprender de los errores
-Foco y Concentración
-Sentido del yo fortalecido
-Capacidad para actuar de acuerdo a las metas preestablecidas
-Conducta disciplinada y Concentración
-Capacidad para generar opciones y seguir un ideal
-Productividad
-Individualidad